8. Aporte: Civilizaciones en el Mundo a fines de la Edad Media (texto)

Universos cerrados:
las grandes civilizaciones a mediados del siglo XV

La presentación general de las civilizaciones en el mundo las puedes encontrar en el siguiente audiovisual

(fuente: “Historia II. La Época Moderna en Europa y América”, de R. Geymonat y otros; adaptación de Prof. C. Llanes)

 

A fines de la Edad Media la población del mundo estuvo distribuida en forma despareja. El 70% de los seres humanos que se agrupaba en civilizaciones aisladas, habitaba solamente un 7% de las tierras. Entre el territorio europeo y el chino concentraban alrededor del 45% de la población mundial.

Cada uno de esos "mundos" compuestos por civilizaciones aisladas estaba cercado por barreras naturales que contribuían a aumentar el aislamiento: áreas desérticas, mares y océanos casi inaccesibles, montañas infranqueables, selvas vírgenes. 

Algunas civilizaciones, como el Islam y la de Europa Occidental, mantuvieron estrechos contactos y estuvieron muy vinculadas entre sí. Otros pueblos, como el de China e India, aunque se relacionaron por medio del comercio con las civilizaciones mediterráneas, no perdieron su carácter de "mundos cerrados". 

Por su parte, las civilizaciones americanas no solo estaban completamente incomunicadas con las que habitaban otros continentes, sino que incluso algunas no se conocían entre sí.

En el espacio de la India

La civilización India (también llamada hindú) se desarrolló en dos grandes zonas: una al norte a orillas de los ríos Indo y Ganges, abierta a las constantes invasiones e intercambios, y otra en el centro, en la meseta del Dekán, más aislada, donde la tradición cultural hindú se mantuvo inalterable. 

Esta diversidad geográfica y cultural contribuyó a que la península nunca fuera dominada en su totalidad por un mismo imperio. Asimismo, la variedad de suelos y clima, le permitirá desarrollar una variedad de productos extraños y muy deseados en otras regiones como las famosas “especias” (pimientas, canela, jengibre, nuez moscada, clavo), que no solo daban sabor y aroma a las comidas, sino que con ellas se aromatizaban ambientes, se hacían perfumes, medicinas, y sobre todo se conservaban los alimentos. 

De los aportes más importantes de estos pueblos fue el surgimiento de la religión Hindú, donde llega a desarrollarse en coexistencia pacífica cuando más tarde surge el Budismo. De la tradición hindú se origina la división social en castas: la ubicación que cada persona tiene en ellas viene de tiempos ancestrales a través de las sucesivas reencarnaciones, y eso es lo que dará su lugar en la sociedad.

Se escribieron tratados sobre una multiplicidad de materias que van desde la gramática, las matemáticas, astronomía y medicina.

Más tarde se dará una lenta penetración islámica. A principios del siglo XVI, mongoles islamizados invadieron India, y crearon el Imperio del Gran Mogol, en el norte.

El espacio Chino

China (llamada por los europeos Catay), era un mundo densamente poblado, recostado sobre el mar y organizado en torno a la cuenca de dos grandes ríos: Yang-tse-Kiang (río Azul) y Hoang-Ho (río Amarillo). Su influencia cultural y política, se extendió por el territorio del sureste asiático, alcanzando la zona de la isla de Japón (llamada por los europeos Cipango). 

En el continente, se desarrolló una verdadera civilización del arroz. Conquistada por los mongoles en el siglo XIII, se estableció la comunicación con el mundo Mediterráneo. Atravesando una ruta que partiendo de Pekín y atravesando los desiertos de China y Turkestán, el mar Caspio y el mar Negro, traían seda cruda hasta las factorías pertenecientes a comerciantes venecianos y genoveses, y así ingresaban al Mediterráneo y a Europa. Era la llamada ruta Mongola o ruta de la Seda. Cuando caigan los mongoles y asuma el poder la dinastía Ming (desde el siglo XIV al XVII), ese contacto con el exterior se va a cortar: privilegió la ocupación del interior del territorio y el control de Indochina, Manchuria y Mongolia. Para afirmar las fronteras  se irá construyendo la Gran Muralla.

Sobre las creencias religiosas tradicionales penetró y se difundió intensamente el budismo, proveniente de la India. Desarrollaron las artes (pintura, literatura, música, arquitectura) y el conocimiento (química por ejemplo, inventando la pólvora y las tinturas).

Japón

Territorio constituido por un archipiélago expuesto siempre a los sismos marinos y terrestres, se extiende bajo el dominio de cadenas montañosas, que no permitían un gran desarrollo agrícola por lo que en el mar será donde encontrarán la fuente de alimento y riqueza.

A partir del siglo IV, la influencia china se dejará ver claramente. Se introducen técnicas de cultivo, extendiéndose la producción de arroz, la cría de ganado vacuno y caballar.

Se establece un régimen en el que la figura del príncipe imperial es central, y más allá de la sucesión de dinastías (familias gobernantes), el régimen del Imperio se mantuvo, sucedido luego por los Shogunes, que será interrumpido por períodos de dominio de los mongoles. A partir del emperador se organizó una sociedad jerarquizada y es la figura representativa de herencias culturales tradicionales. Los samurái son un cuerpo de guerreros al servicio de los gobernantes, regidos por un código que se rige por la lealtad, la rectitud, la veracidad y el coraje.

El culto a dioses identificados con la Naturaleza han sido un eje en sus creencias. El Sintoísmo y luego el ingreso del Budismo han hecho de la contemplación y la meditación dos de sus prácticas más extendidas.

Templos, palacios y santuarios constituyen el eje de la arquitectura tradicional, fuertemente influenciada por la cultura china y coreana la pagoda es su arquitectura clásica. El Arte de la música, el teatro, el ikebana, el origami, la pintura y las artes marciales son todas disciplinas en las que la cultura japonesa se manifiesta.

Los reinos de África Sudsahariana

Se considera África Sudsahariana el territorio ubicado al sur del desierto del Sahara. En esa zona se desarrollaron diversas culturas, destacándose aquellas que combinaron la agricultura con la ganadería y las que se conectaron con el exterior. 

Estos factores permitieron un intenso crecimiento urbano. Los centros más importantes florecieron en la costa sudoriental, la zona del río Níger. La región que limita con los bordes del desierto fue escenario de un intercambio permanente con el norte de África. Era punto de encuentro de pueblos del desierto (árabes, bereberes, bambas y tuareg) a través de las rutas transaharianas que eran recorridas por caravanas camelleras. En ellas se intercambiaban la sal proveniente del Mediterráneo por fruta, pescado, tejidos, marfil, y minerales, especialmente oro (al sur del Sahara estaba la fuente de aprovisionamiento más abundante hasta que conocieran las de América: el Sudán). El comercio a través del río Congo se desarrollaba  con el intercambio entre reinos de distintos grupos étnicos como los bantúes, los yorubas o los hausa.

En el siglo XIV la cultura desarrollada desde la ciudad de Tombuctú, primero por el reino de Mali impulsada por el Rey Mansa Musa y luego por el Imperio Songhai, se destaca la obra desarrollada en la Universidad (en la que se copiaron y conservaron numerosos antiguos textos griegos), y la propagación del Islam desde las mezquitas y las madrasas.

Civilizaciones Mesoamericanas

Estas civilizaciones se extendieron desde el norte del actual territorio de México hasta las zonas selváticas de Yucatan y Centroamérica, comprendiendo áreas de fértiles valles, mesetas y la zonas de lagos y lagunas. Todas estas civilizaciones (Olmecas, Zapotecas, Totonacas, Tlaxcaltecas, Chichimecas y Mexicas o Aztecas) usan calendarios, tienen conocimiento de sistemas de numeración y escritura pictográfica, y una visión religiosa basada en el culto y ritual sacrificial.

Los Aztecas habitaban en el Lago Texcoco, y ante la carencia de alimentos, tomaron la iniciativa de construir islas artificiales donde cultivar a las que llamaron chinampas. Producían maíz, frijoles, calabaza, tomate, ajíes, cacao, entre otros productos.

La alta producción permitió generar un excedente que era almacenado en vasijas. Esto permitía que hubiera personas que se especializaban como artesanos: tejedores, joyeros, alfareros, entre otros.

Los comerciantes van a tener un rol importante ya que tomaban conocimiento de territorios, y riquezas de otros pueblos, lo que va a ser información importante para saber a quiénes conquistar. Quienes organizaban y dirigían a la sociedad eran los pipiltin (nobles) que eran sacerdotes y guerreros (a partir de las conquistas obtenían riquezas para el imperio y víctimas para los sacrificios).

Desarrollaban el culto a la muerte ya que con ella accedían a la paz eterna que era resguardada por Tlaloc. Otros dioses importantes serán Tezcatlipoca (dios de la guerra) y Quetzacoatl (dios pacífico) quienes se enfrentarán y este último perderá y se irá por el mar con la promesa de volver.

Mayas

Los mayas se distribuyeron sobre un amplio territorio que contaba con numerosos cursos de agua, mesetas, selvas, costas y valles. En toda la extensión de la Península de Yucatán surgieron numerosas ciudades-estado como Tikal, Chichen Itzá, Copán y Palenque, que mantendrán su independencia entre sí, pero algunas formarán por algún período la Liga de Mayapan (confederación de ciudades).

Tenían una organización social basada en clanes integrados por quienes reconocían un antepasado común de carácter mítico (en general un animal). La jerarquización encontraba una casta superior gobernante y sacerdotal, que eran los encargados de los rituales y las ceremonias. En los sectores intermedios estaban los artesanos, guerreros y comerciantes, mientras que en los inferiores encontramos a los campesinos y esclavos. Estos se encargaban de la cría de aves, de la agricultura de frijoles, chocolate, calabaza y cereales, especialmente del maíz que era la base para preparar los tamales y las tortillas. Para cultivar, usaban el sistema de roza o milpa: quemaban parte de la selva y esa ceniza era usada como abono.

Eran grandes guerreros y las campañas militares eran organizadas por dos jefes quienes en tiempos de paz se encargaban del gobierno del territorio.

Creían en diversos dioses de la Naturaleza a quienes realizaban distintos rituales como: danzas y música, con vestimenta especial y pintura corporal; consumían sustancias naturales como el tabaco, para una mejor comunicación con los dioses; hacían un juego con una pelota de caucho; realizaban sacrificios humanos.

Construyeron pirámides, las que además de ser centros rituales, eran observatorios astronómicos, cuyos conocimientos les permitirán desarrollar conocimientos matemáticos y un calendario.

Civilizaciones andinas

Ocuparon montañas, valles y costas de una prolongada franja que se extiende a lo largo de los Andes. Numerosos pueblos se asentaron y desarrollaron hasta que fueron incorporados por otros que tomaron sus legados.

El desarrollo alcanzado por las sociedades andinas en general, y del Imperio Inca en particular, se sostuvo gracias a la productividad de la agricultura. Utilizaban sofisticadas técnicas de siembra, cosecha, abono e irrigación, logrando producir en las laderas de las montañas y en los desiertos. Cultivaron diversas variedades de maíz, frijol, papa y otros productos cuyos excedentes cubrieron las necesidades de su población. Domesticaron camélidos (llamas, alpacas, guanacos) para el transporte y la lana.

La autoridad suprema centralizada en el Sapa Inca, quien era considerado Hijo del Sol, mediador entre el pueblo y las divinidades. Contaba con el asesoramiento de un Consejo Real y autoridades locales (Curacas). Solo él tenía posibilidades de practicar la poligamia. La base de la sociedad eran los ayllus, que eran un conjunto de personas que tenían un antepasado en común.

Fueron grandes constructores de edificios, pero se destaca la red de caminos y puentes que van a permitir mantener la comunicación y el intercambio entre las distintas zonas. No se conoce que hayan tenido escritura, pero sí un registro contable (quipus). Entre otras Artes desarrollaron la pintura, el tejido, la cerámica, y la orfebrería.

El espacio Islámico

La civilización islámica se desarrolló en una geografía física caracterizada por la presencia dominante del desierto. El Islam es la religión que se extendió entre los pueblos árabes y puso en comunicación dos grandes áreas de navegación (el Mediterráneo y el Índico) con los tres continentes más poblados en aquel momento (Europa, Asia y África). Nace con las enseñanzas de Mahoma y que recoge las tradiciones judeo cristianas. Al ser monoteísta, entrará en conflicto con esas religiones también monoteístas (Hebrea, Cristianismo) porque además, se extenderá en la zona de Medio Oriente, cuna de estas tres religiones.

El mundo de los musulmanes (creyentes en el Islam) fue entonces, un mundo atravesado por las rutas comerciales, marítimas y terrestres, que otorgaban vida y riqueza a sus populosas ciudades en cuyos bazares (mercados) se intercambiaba todo tipo de productos. Eran quienes con sus caravanas de camellos atravesaban los desiertos con los productos de Oriente a Occidente, desde África al Mediterráneo. O con sus naves surcaban bordeaban las costas del Índico y el Mar Rojo hasta llegar al Mediterráneo.

Nunca formaron una unidad política, y son numerosas las diferencias religiosas que van a provocar conflictos entre grupos musulmanes. Se organizarán en Califatos y Emiratos, que algunos mantienen vínculo entre sí.

En 1453, los Turcos Otomanos (pueblos nómades que adoptaron la fe islámica) conquistaron Constantinopla (también llamada Bizancio) e instalaron allí su capital, a la que llamaron Estambul. Si bien permitieron continuar con el comercio que se realizaba con Occidente, les cobraban altos impuestos.

Europa Cristiana Bizantina

En el año 395 el emperador Teodosio, con la intención de salvar el Imperio Romano de la crisis, lo dividió en dos partes: Imperio Romano de Occidente e Imperio Romano de Oriente. Cada una de ellas fue entregada a sus hijos Honorio (Occidente) y Arcadio (Oriente). En el año 476 cuando los "bárbaros" invadieron el Imperio Romano de Occidente, comienza la Edad Media europea.

Al territorio del Imperio Romano de Oriente se le llamó Imperio Bizantino, tomando el nombre de su capital Bizancio, ciudad que se llamará luego Constantinopla en honor al emperador Constantino, y la cual será sede de la Iglesia Cristiana Ortodoxa. De esta manera, el poder político se concentraba junto al religioso.

El "solidus", la moneda bizantina se impuso como la divisa fuerte de la época,  demostrando cómo el gran tráfico comercial estaba en manos de Constantinopla. 

Enclavada en un lugar estratégico. Constantinopla fue codiciada por los pueblos más diversos, ya sea los Reinos de Europa Occidental o los musulmanes. Van a llegar a concentrar gran cantidad de población en importantes centros urbanos.

Los comerciantes bizantinos vendían en el exterior del Imperio telas, vino y esclavos, artículos de lujo (especias, piedras preciosas y perfumes) procedentes de China e India. Las rutas enlazaban el Mediterráneo con el Lejano Oriente, a través de la llamada "ruta de la seda", dominada por China, hasta que a partir de que traen gusanos de seda, comenzarán a producirla ellos. 

Será entonces, un sitio al que llegarán los conocimientos de Oriente, y se preservarán los saberes grecolatinos. Su arte, dedicado especialmente a Dios, se manifestará a través de elementos griegos, romanos y orientales, plasmado sobre todo a través de la técnica del mosaico.

Cuando comienza el declive del Imperio (por invasiones, por pestes) la población se va haciendo rural, y más tarde, un pueblo proveniente de Asia, los turcos otomanos convertidos al Islam, conquistaron los dominios bizantinos en Asia Menor, hasta que en el año 1453 tomarán Constantinopla cambiando su nombre por el de Estambul, y las iglesias cristianas serán convertidas en mezquitas.

Europa Occidental

Desde inicios de la Edad Media, el occidente europeo sufrió constantes invasiones a través de oleadas de pueblos provenientes del norte y centro asiático. Eso llevó al declive de las ciudades, ya que la población se asentó en el medio rural huyendo de los saqueos y procurando la producción del alimento para la subsistencia. Pero eso va a cambiar a partir del siglo XIII en que se inició una recuperación demográfica. 

Comparativamente con otras regiones, Europa tenía una alta densidad de población: cerca de 40 millones de habitantes, y en un territorio era mucho más reducido que el de las otras civilizaciones.

La ocupación progresiva de tierras que no se utilizaban hasta el momento para la producción (pantanos, bosques), una alimentación que incorpora proteínas animales (a través de la ganadería) y una mayor disponibilidad de energía para el trabajo (innovaciones técnicas en la agricultura, uso de molinos de agua y de viento), permitieron una mayor supervivencia de las personas.

Permaneció dividida en numerosos territorios (feudos), a cargo de nobles, quienes brindaban protección a los campesinos, a cambio de que trabajen sus tierras.

Solo se mantuvo en contacto por dos elementos: una homogeneidad cultural (una tradición religiosa común con el Cristianismo que los sacerdotes se ocupaban de difundir) y los circuitos comerciales que relacionarán ciudades del sur (sobre todo Florencia, Génova y Venecia en el Mediterráneo) y el norte (regiones alemanas y de países bajos).

El comercio exterior comunicaba las ciudades europeas con los mercados orientales de productos de lujo (sedas, metales preciosos, especias). Rodeados por mares y océanos, con costas muy pobladas, los europeos desarrollaron una rica tradición marinera y mercantil, que resultó decisiva para su futuro.

Este crecimiento, se va a cortar en el siglo XIV con una gran crisis (pestes, mortandad), que van a superar en el siglo XV, cuando Europa, tomando conocimientos de otras civilizaciones y de la cultura grecolatina, va a lograr condiciones para expandirse.